Dicen que todo se explica,
que el azar oculta un orden.
Nada se escapa a la regla
de la cordura del hombre.
Bajo la luz de la ciencia
ninguna sombra se esconde;
música y magia son mitos
que a la materia responden.
Tiene que existir,
aún tiene que latir,
amordazado por la razón,
un corazón.
Nada obedece al misterio
que configura a la noche.
No tiene peso el vacío
puesto que no tiene doble;
el sentimiento es un lujo
que agujera el soporte
de las respuestas cabales
a lo que no se conoce.
Ser un verbo sin sangre
de pensamientos conformes,
una cabeza en la masa
con apellidos y nombre.
Triste deber de la Historia
el de encontrar soluciones
acribillando latidos
para que suenen relojes.