Y aquí andamos, animales amortales, todos montados y dando vueltas sobre un globo enorme y azul suspendido en el espacio, girando y girando sobre sí mismo al mismo tiempo que gira alrededor de otro globo mucho más enorme y de fuego que también gira y gira suspendido en el espacio que se expande y gira y gira y gira... Y vamos dando vueltas y vueltas y vueltas y vueltas sin ir nunca a ninguna parte, volviendo siempre al mismo punto
de partida... hasta que un día dejamos de bailar. Y nos introducen en un agujero del globo enorme y azul sin saber nunca jamás por qué tanto maldito vals... Por qué será que cada vez que escucho la palabra razón, racional o razonable, últimamente empiezo a sentir serios síntomas de un razonable deseo de perder la razón. Bailemos, pues, waltzing maldita, al derecho y al revés.