Como una llama que aparta tinieblas quemando las dudas en los pensamientos, como ese río que nunca se seca, que sigue su cauce arrastrando a las piedras, como esa sangre que cae sin miedo, sangre que limpia paisajes y penas, así es la verdad.
Como esa vida que decimos nuestra y que nos reconoce por su único dueño, como esa vida que es causa primera y que lucha por serlo a golpes de fuerza, como esa vida que no quiere muertos, como esa vida que no quiere esperas, así es la verdad.