Cantar, vine a cantar, vine a dejar en tu silencio mi canción, y tú me pusiste a llorar y a escuchar el lamento de mi propia voz. Y tú me pusiste a llorar y a escuchar el lamento de mi propia voz. Ayer lejos de ti, para olvidarte me olvidaba de sentir, dejé que murieras en mí y vivir sin tu amor para mí fue morir. Dejé que murieras en mí y vivir sin tu amor para mí fue morir. He venido a sembrar mi ilusión, a dejar en tus manos un poco de amor, y tú me pusiste a llorar y a escuchar el lamento de mi propia voz.
Y tú me pusiste a llorar y a escuchar el lamento de mi propia voz. Amar ya no es amar, es repartir el corazón con el dolor, y tú no lo puedes negar porque tú no has sentido el amor como yo. Y tú no lo puedes negar porque tú no has sentido el amor como yo. Andar, tuve que andar para encontrar ese milagro de tu voz, por qué me dejaste llegar a sentir tu silencio diciéndome adiós. Por qué me dejaste llegar a sentir tu silencio diciéndome adiós.