Manzanas agrias, La novia en el altar Muy caliente. Extraña herencia Resistencia pasiva, Ni cobarde, ni valiente. En un momento; Cuando descansaba de su vuelo, Una águila de plata, Veloz en el aire, como en el suelo; Grito con primitiva voz Su canto inocente, Su canto salvaje, Le respondió un coro de fuego Y palmas de fuego La abrazaron con amor feroz.
Así que el ave plateada Voló esta vez con más fuerza. Borracha de placer. Por un rayo fue marcada Entonces dejó caer Dos o tres plumas, Tesoro que ya tenía destino, Un único destino. El heredero: Duro como un toro, Tonto como un toro, Rico como un toro. Para la cena hay torito Y manzanas agrias En la cabeza, En la corona. Plumas de plata.