Amanece ya y los últimos invitados están poniéndose sus abrigos o arrodillados, llorándole a un Pescadas su borrachera cruel o confesandole sus pecados a la pared. Amanecerá y los últimos que quedaban se irán y esta vez soy yo que se queda en silencio y en soledad No importa, pues se que la noche no tiene principio
ni tiene final. Y en rigor, de verdad, la fiesta ya termino. Adios, amigos, adios déjenme solo, que alguien seguro compartirá el ultimo trago. Adios, amigos un servidor se despide de vos Llegará el momento de juntos volver a empezar