Amanece ya y los últimos invitados están
poniéndose sus abrigos o arrodillados,
llorándole a un Pescadas su borrachera cruel
o confesandole sus pecados a la pared.
Amanecerá y los últimos que quedaban se irán
y esta vez soy yo que se queda en silencio y en soledad
No importa, pues se que la noche no tiene principio
ni tiene final.
Y en rigor, de verdad, la fiesta ya termino.
Adios, amigos, adios
déjenme solo,
que alguien seguro compartirá el ultimo trago.
Adios, amigos
un servidor se despide de vos
Llegará el momento de juntos volver a empezar