Que cuando suba al tren nadie la mire ni la quiera ayudar,
Que no le hagan descuentos, que le gruñan, que la atiendan mal.
No voy a oír silbidos ni cruces de mirada,
Mi vida es ordenada.
Nada de igualdades entre mi damita y su señor,
Ella en la casa y yo en el trabajo, eso es lo mejor.
Tú no serás estrella, que no te vean bella,
Lo que de ti me guste, escóndelo.
Necesito una mujer que no llame la atención,
Necesito una mujer que no llame la atención,
Necesito una mujer que no llame la atención.
Tú hablarás despacio y bajando la mirada ante mí,
Te vestirás de forma que la gente no comente por ahí.
Yo soy tan miserable, a todos ojos despreciable,
Al menos en mi casa me impondré.
Necesito una mujer que no llame la atención,
Necesito una mujer que no llame la atención,
Necesito una mujer que no llame la atención,
Necesito una mujer que no llame la atención.
No cruces de mirada, mi vida tan ordenada,
Un candado, un candado en mi corazón,
Miserable, miserable, sé que no hay perdón,
Necesito que no llame, llame la atención,
Necesito relaciones fuera de tensión, fuera de tensión...
Que no llame la atención, que no llame la atención,
Que no llame la atención, que no llame la atención,
Que no llame la atención, que no llame la atención,
Que no llame la atención, que no llame la atención,
Que no llame la atención, que no llame la atención,
Que no llame la atención, que no llame la atención,
Que no llame la atención.