El otro día, el otro día El otro día desperté del aquel engaño No era en mis sueños Que estaban dos dulces señoritas Se mecían, se reían sin parar Eran las dos de la mañana Eran las dos A la derecha, a la derecha A la derecha una diabla seducía sin parar Pero a mí izquierda un ángel Revoloteaba Cuestionando mi manera de pensar Eran las dos De la mañana Eran las dos Alumbraba entre los poros
Despegaba de la tierra La figura de tres monos Rato rato me recuerda Cómplices de picardía Entre bocas entreabiertas Deslizando la mirada Por un par de buenas piernas Entonces empiezo a reir Me rio del mundo Y el mundo se ríe Me rio del mundo Y el mundo se ríe conmigo Me rio del mundo Y el mundo se ríe Me rio del mundo Y el mundo se ríe de mi...