No importa que este camino se nos pierda en el comienzo si empieza a pintar su lienzo la brújula del destino. Valga el dolor que persigo valga el sabor de sus balas, noviembre traerá tus alas alertas bajo el abrigo. Ay guitarra vuelo de su sombra, ay guitarra, víbrame la aurora, vibra temprana, porque la vida que a veces canta se me enmudece si se demora.
No importa que tanto anhelo nos pierda en un laberinto, el amor tiene el instinto de asirse a la voz del cielo. La música del camino coronará tu llegada salvará esta madrugada la brújula del destino. Ay guitarra vuelo de su sombra, ay guitarra, víbrame la aurora, vibra temprana, porque la vida que a veces canta se me enmudece si se demora.