La guitarra retoza y se desayuna
la canción que en la noche tejió la luna,
me susurra ternura su aliento tibio,
me encadena su risa frente al delirio.
Algo, algo de ti me está cavando dentro,
me está envolviendo, me está envolviendo algo,
algo de ti me está arrimando al cielo,
me está arrimando al cielo.
Se estremece la puerta si te aproximas,
se aceleran los pasos que te adivinan,
evocas el desorden que se avecina
y olvido el hambre eterna de la cocina.
Porque algo, algo de ti me está cavando dentro,
me está envolviendo, me está envolviendo algo,
algo de ti me está arrimando al cielo,
me está arrimando al cielo.
Te has implicado aquí en mi pecho
y has espantado los fantasmas
con tu reino de luz.
Algo me está arrimando al cielo...