Cuidado, ciudadano, por el parque pasan ángeles que ponen en peligro las estrellas y el reloj. Habitan las derrotas, los colores desusados, habitan el olvido y el dolor. Sálvalos en tus sueños, cúralos con tu risa, dales la sal del día, y déjalos volar. Que puedan andar por todas las calles, que para sus barcos sirva este mar. Que puedan amar desnudando el mundo con su aletear. Cuidado, ciudadano,
por el parque pasan ángeles que intentan asustara a las estrellas y el reloj. Habitan las derrotas, los rincones desusados, habitan el olvido y el dolor. Y si tú no los sueñas, se apagarán sus alas, se aburrirá esta luna, se aburrirá este sol, este sol, que puedan andar por todas las calles, que para sus barcos sirva este mar. Que puedan cantar; las estrellas tienen raíces ya.