Nunca podré escapar de mi niñez en tu balcón
ni de los adoquines que al viajero conquistó
y es que hace tantas lunas que mi amor
anidó en el vitral de tu misterio trovador.
Cuando me pierda regresaré de mar
entre tus muros me vestiré de sal
estaré aquí bajo la sombra
del bardo que te nombra
anclada para siempre en ti.
Nunca podré escapar de mi niñez en tu balcón
ni de los adoquines que al viajero conquistó
bien sabe la distancia que mi amor
sólo habita el portal de tu misterio trovador.
Cuando me pierda y no te pueda ver
desde estas piedras abrigaré tus pies
estaré aquí bajo la sombra
del bardo que te nombra
anclada para siempre en ti.