Amanece; desvelado, voy a abrir mi corazón. Después de mucho esperar al fin encontré el amor. María, eres tú, lo sé, la mujer a quien tanto esperé; por ello te quiero decir, ven conmigo, te haré feliz. Desde que hoy te he visto, y te he curado, decidí: te quiero a mi lado, a mi edad ya es hora de elegir. Como siempre iba con doce tíos, mis padres me llamaban gay; a ver quién puede así concentrarse en ser rey. Aunque sea pobre tengo gran corazón, soy listo y buen orador: con doce años superé
a los sabios de Jerusalén. A mi lado hambre no pasarás, tendrás muchos peces y pan, y en nuestra boda agua no daré, en vino la convertiré. No juzgues mi aspecto, soy un tío muy formal. Deja a un lado mis pelos, son así pues mi padre dijo «hay que ahorrar». Mi única muda es una toga por remendar; mejor así, menos ropa para quitar. Caminaré sobre el agua si me lo pides tú Calmaré tempestades si quieres ver el cielo azul. Y ya sé que no debo, pero voy a renunciar, y que otro salve a la humanidad.