Allá donde todo aquel septiembre No alcanzó para llevarse la tempestad Allá donde mil poesías gritaron Cuando le cortaron al poeta sus manos Ay, ay, ay, si hasta el condor lloró Allá donde muchos pensamientos
No tienen palabras ni gritos ni silencios Allá donde muchos vientos han pasado Y ninguno pudo detenerse a descansar Ay, ay, ay, si hasta el condor lloró