Suenan los vientos en el gran cañón, ven desde lejos llegar los navíos, Donde algún día mandaban los ríos, hoy ha vencido el terror al amor En sus escuelas voladas a tiros, solo se escuchan los gritos de críos Que viva el navajo, arquero valiente Enseña a la muerte tus dientes Y en esta tierra, donde levantamos piedras, Del océano a la sierra suena el rock, suena la cumbia, y suena el guaguancó Y en esa selva, ven indios y peligros por el mundo entero, siguen siendo vaqueros El viaje es largo y mientras en sus rúas cruza un espalda mojada sin frenos La libertad encerrada en estatuas televisando el milagro del hielo Y otra estrella que se apaga Han secuestrado el futuro con noches de balas perdidas Desde la quinta avenida a la fama, sembrando el mundo de llamas
Y en esta tierra, donde levantamos piedras, Del océano a la sierra suena el rock, suena la cumbia, y suena el guaguancó Y en esa selva, ven indios y peligros por el mundo entero, siguen siendo vaqueros De caballo ganador, hijo aquí tienes tu arma Ve y defiende tu nación de las estrellas y barras Aquí llegó La Raíz con su mensaje directo al tuétano y te pone a danzar con su ritmo decolonial Hombre blanco del “pienso luego existo”, le impusiste al mundo tu laberinto Tatuado en la piel del rostro pálido, solipsismo, saqueo y genocidio. El indio que se siente en un mundo de locos, sabe danzar en la hoguera como pocos No queda nada nada para celebrar No hay nada para celebrar De caballo ganador, hijo aquí tienes tu arma...