Estimado señor don,
porque fuí obrero tuyo
de la fabrica de Tejas.
Trabajé para tí,
No hubo forma de prosperar
entregué mi salud y
mi juventud.
Una vida perdida por no poder
arreglas mis goteras.
Y me duelen los riñones
que sudaron tus millones.
Siempre haciendo lo mismo
perseguir un destino
por los mismos carriles
y no fué divertido.
Aunque tarde me doy cuenta
que me hicista la faena,
no me encuentro satisfecho
y quería que lo sepas.
Y me duelen los riñones
mis dolores, tus millones.
Y me duelen tus millones
te la sudan mis dolores.
MIS RIÑONES.