Le dije a mi canción que no fuera pasajera Sorpréndeme sorprendiéndome Si no lo haces no vales la pena En un lugar de lo habido se halla el cáliz de fuego Su chispa, su aroma, siempre me dieron juego Lo cogí y bebí, y atravesé mil puertas Y al llegar tan lejos no me di la media vuelta
Lo cogí y bebí, no deshice las maletas Cuando pude darme cuenta me sobraba la impaciencia De mi casa al monte hay cuatro paradas obligatorias: El canibalismo, la mala sangre y el gato con botas Mucho lerele, poco larala, mi inspiración en una cabaña Lo cogí…