Prendió la luz
de los faros de su coche.
La madrugada los muestra
tal cual como son.
Un grito feroz
atravesó la noche.
Ella cayó desmayada
sobre el cristal.
Sangra como nadie.
Como nadie sangra.
Y antes de morir sonríe.
Como si la puñalada
la hiciera feliz.
Una vuelta por el centro
hace que las horas pasen.
Una ciudad aburrida
y poco que ver.