Amanecí descerebrao, solito y empalmao me vestí rápido no tenía prisa por atender las llamadas del cartero comercial tomarme un cafecito con los testigos de jehová explorar mi aparato genital sedado por el paro dejé de estar preocupado por la crisis mundial y entre comerme una pastilla o disparar me cago en la y arrasar con todo bisho viviente
elegí, prudente, la opción de la pax. Así drogado calentito transportado advertí admirado la vida sencilla de las margaritas del descampado aledaño escuché la suave canción de las plantas que sólo necesitan del sol y del agua metí de una vez los pies en el tiesto perdida mi esencia animal quise ser vegetal vegetal pa los restos.