Vino una tormenta Y ni la casa me dejó Y en los escombros no quedaban Los recuerdos de tu amor. Una noche no hace mal Dijiste cuando te inyectabas Las promesas que esa noche La lluvia se llevó. Siempre fui creyente Creo en Dios, creía en la gente, Y en mi perro que un día La mano me mordió. En la calle la mirada Es tan indiferente Ya no creo en la gente Sólo creo en mi Dios. Miro al cielo y sigue siendo cielo
Y esta tierra quema como el infierno. Ayer cuando crecimos Todo era tan distinto Todo era un paraíso Qué fue lo que pasó. La pregunta de mi vida Siempre es la misma Quién fue el hijo de puta Que la vida nos compró. Miro al cielo y sigue siendo cielo Y esta tierra quema como el infierno. Miro al cielo y sigue siendo cielo Y esta tierra quema como el infierno.