Una nota que cae en la oscuridad produce una onda. Esa onda, al chocar con la realidad, produce un reflejo. Todo reflejo, al llegar al punto final, recuerda su origen en el corazón. ¿Cuántos millones de canciones han de haber circulando en el aire, viajando por la red? ¿Y cuántos versos se tienen que escribir para ver si es que alguno se enreda en ti? Mientras, tú vas avanzando en medio de la multitud
con los volcanes que rodean a la ciudad recortándose humeantes a contraluz. (coro) De alguna forma habrá que transitar el camino directo hacia la percepción, dinamitar el aislamiento general y a través de una grieta, tocarte al fin. Mientras, tú vas con cautela en este mundo aterrador y en un instante de suprema claridad se abrirá toda sombra como una flor. (coro)