Una nota que cae
en la oscuridad
produce una onda.
Esa onda, al chocar
con la realidad,
produce un reflejo.
Todo reflejo, al llegar
al punto final,
recuerda su origen
en el corazón.
¿Cuántos millones de canciones han de haber
circulando en el aire, viajando por la red?
¿Y cuántos versos se tienen que escribir
para ver si es que alguno se enreda en ti?
Mientras, tú vas avanzando en medio de la multitud
con los volcanes que rodean a la ciudad
recortándose humeantes a contraluz.
(coro)
De alguna forma habrá que transitar
el camino directo hacia la percepción,
dinamitar el aislamiento general
y a través de una grieta, tocarte al fin.
Mientras, tú vas con cautela en este mundo aterrador
y en un instante de suprema claridad
se abrirá toda sombra como una flor.
(coro)