Era el último superviviente de su clan sus amigos poco a poco le dijeron chao y a través de aquella página de esquelas de ABC celebraba la fortuna de los que han quedado lamentando muy sinceramente no tener con quien pregonar un órdago a la grande rematando el mus en aquel casino de Madrid en donde siempre fue caballero respetable y socio fundador. Señor X tahúr y mujeriego amante de la vida y ganador, ferviente catador de todos los placeres, experto en el embite y el farol. Señor X farándula y torero de Montecristo seda y almidón, apuesto maniquí de corbata y sombrero, un prototipo de conquistador. Su fortuna vino a menos sin saber por qué y las chicas del Eslava le dijeron chao y buscó en aquel otoño frío de Madrid
un rincón en donde sus cincuenta reposar y encontró unos brazos de mujer en donde sucumbir y en aquella piel de veinte años despertó el amor y de nuevo se lanzó a la calle con su traje gris recordándonos con su mirada lo que siempre fue. Señor X taberna y bulería octogenario pícaro y señor, eterno soñador paseando por la vida, con el permiso del enterrador. Señor X de bucles y de chicas de noches de tertulia y de café, altivo vencedor en todas las batallas, ayer al otro barrio se nos fue. Señor X farándula y torero de Montecristo seda y almidón apuesto maniquí de corbata y sombrero un prototipo de conquistador. Un prototipo de conquistador.