Anda preocupado por la calle,
hoy llegará tarde a la oficina.
Contará que el tráfico es fatal
y se apuntará otra mentira.
Colgará despacio su chaqueta,
volverá de nuevo a la rutina.
Tomará en la máquina un café
y consumirá un nuevo día.
Y soñará, con una de catorce que le toque un día
y que le salvará.
Con una de "catorcé" se arreglará.
Y soñará, con una de catorce que le toque un día
y que le salvará.
Con una de "catorcé" se arreglará.
Pero entre tanto llega la fortuna,
tiene que ir al ritmo que le tocan.
Y vendrá el verano y Navidad
y las horas fijas y las otras.
Y su calendario manoseado
cambiará por otro cualquier día.
Y de su cabeza brotarán
esas canas blancas atrevidas.
Y aún soñará, con una de catorce que le toque un día
y que le salvará.
Con una de "catorcé" se arreglará.
Y aún soñará, con una de catorce que le toque un día
y que le salvará.
Con una de "catorcé" se arreglará.
Y aún soñará, con una de catorce que le toque un día
y que le salvará.
Con una de "catorcé" se arreglará.