Tiene el andar cansado y a sus espaldas
sesenta y tantos años de esperanza.
Tiene una casa,
verdugo de sus manos y sus espaldas.
Cuando amanece el día camina y canta
buscando de la tierra en las entrañas,
el pan caliente,
milagro que realiza cada mañana.
Es aprendiz de todo, maestro en nada
es poeta a su modo, le gusta el alba
y entre sus manos
y entre sus manos
florecen a escondidas algunas llagas.
Tiene cansado el cuerpo, cansada el alma
tiene un interrogante sobre su cara
tiene un camino
tiene un camino
le gusta ser amigo de sus amigos.
Quiso cambiar su vida, dejar la aldea
mas no pasó de ser una quimera,
una quimera,
que se quedo dormida entre la tierra.
Tiene cansado el cuerpo, cansada el alma
luce sobre su pecho camisa blanca
con su mirada
con su mirada
me dice que la vida no vale nada.