Si quieres encontrarme, búscame entre la gente llana de mi tierra. A caballo del sol y las estrellas, o en la dulce penumbra de mi cama. Si quieres encontrarme, pregúntale al espino, y te dirá que paso cada mañana por el camino. Si no me encuentras, ven a mi casa, me encontrarás llorando por lo que pasa, por lo que pasa. Si quieres encontrarme, búscame, bajo la sombra gris de las encinas. A caballo del viento y las colinas, o subido en la torre de la iglesia. Si quieres encontrarme, acércate a mi huerto.
Me encontrarás llorando por lo que siento, por lo que siento. Si no me encuentras ven a mi casa, me encontrarás llorando por lo que pasa, por lo que pasa. Si quieres encontrarme, búscame, acariciando el cuerpo de mi guitarra dibujando sus cuerdas en mi cara o escuchando sus notas, que suspiran. Si quieres encontrarme, acércate a mi huerto. Me encontrarás llorando por lo que siento, por lo que siento. Si no me encuentras, ven a mi casa, me encontrarás llorando por lo que pasa, por lo que pasa.