Yo quisiera olvidarte; me es imposible, mi bien, mi bien. Tu imagen me persigue: tuya es mi vida y mi amor también. Y cuando pensativo yo solo estoy, deliro con la falsía con que ha pagado tu amor mi amor. Si yo pudiera tenerte a mi lado todo el día, de mis ocultos amores, paloma, te contaría. Pero, es inútil mi anhelo; jamás, jamás. Vivo sólo para amarte, callado y triste; llorar, llorar. Dicen que no me quieres;
pero ese no es un motivo. Me privas de tus miradas, mi alma, sin ellas, no vivo. Voy a esconderme a una selva, sólo a llorar. Pueda ser que, en mi destierro, tus ojos negros pueda olvidar. En una noche serena, al cielo azul miré, miré. Contemplando a las estrellas, a la más bella le pregunté: si era ella la que alumbraba mi amor, mi amor; para pedir por ella, al Dios piadoso, resignación.