Nos enseñaron a tener paciencia Nos enseñaron a no andar descalzos Nos enseñaron a morir de viejos Nos enseñaron a vivir a plazos Nos enseñaron a guardar silencio Nos enseñaron a temer la noche Nos enseñaron que el placer es malo Nos enseñaron a crecer a golpes Nos prohibieron las cosas más hermosas Ir al campo a robar brevas Bañarnos en el verano con las mozas en la alberca Y crecimos enfermizos faltos de aire y de besos Llena la piel de preguntas que contestaba el silencio Pero apareció la vida cuando moríamos de sed Era una fuente su cuerpo que invitaba a los sedientos A beber, a beber Probamos la dulzura de la carne
Supimos que aún estábamos a tiempo Nos hartamos de besos, de manzanas Declaramos la guerra al sufrimiento Nos quitamos la vieja piel a tiras Renegamos de todo lo sabido Prometimos pecar a manos llenas Nos hicimos más tiernos y más niños Ahora, cada día tiene su fruto Cada noche su secreto Y el tiempo es una mentira Que han inventado los viejos Al arrancarnos las vendas Que nos negaban el cuerpo Descubrimos el presente Que es lo único que tenemos Y cantaremos la vida y no abriremos la puerta A la muerte mientras dentro del cuerpo quede una gota De deseo, de deseo