[Verso 1]
El tiempo está en aprietos: alguien habló de matarlo
Empresarios lucen inquietos: buscan salvaguardarlo
¿Y cómo no estarlo? Si para ellos es dinero:
Su imperio, sus bancos, peligran; y eso es lo primero
Le han atado sus manecillas y pinchado con acciones
Qué irónico ¿no? Parecía se él la mayor de las condiciones
Para que se diera la historia y la curación de heridas;
Las penas, las glorias, y también las causas perdidas
Va derramando un segundo por cada idea que se genera;
Su semblante es moribundo; a su monopolio poco le queda…
¡Qué contraste! El ser humano interactúa con su propia esencia:
No hay tarde, no hay temprano: Se agita intensa la existencia
¡Adiós amenazas! ¡Adiós carreras armamentísticas!
¡Aumento en la tasa de las expresiones artísticas!
La información fluye libre; no hay brecha digital:
Esto constituye el combustible de esta nueva realidad
[Verso 2]
Rudimentarios aparatos se han quedado obsoletos;
Iglesia y Estado contemplan el derrumbe de su cetro
Y con él, sus valores; y con él, todos sus tabúes;
En un santiamén, sus pastores, sienten que algo los sacude…
Porque sus ovejas están fuera; haciendo rap, por ejemplo
Viviendo sin rejas la era de la descentralización de los templos
Es como una anarquía: Es una sociedad metrónomo
Que controla su batería ejecutando un ritmo autónomo
Dirán: «¡Oh Dios mío! ¡Caos!» Y yo pensaría lo mismo…
Si la óptica que usamos es la de esclavos de imperialismo;
Pero hablamos de mujeres y hombres conscientes;
Respetuosos del entorno al que son pertenecientes
Y… ¿qué pasó con el mercado? Su transformación se presagia:
Al no haber un rebaño, pues, ya se le agotó la magia
Caray, no estoy tan seguro de que lo mejor estaría por venir
Sin pasado ni futuro, el presente... ¿qué razón tendría de existir?