La mujer que en la noche llegó
no es un fruto de imaginación.
Creo que la he besado
y después de su beso y su amor
me ha dejado.
Pero un beso en medio del fragor
deja un soplo de viento y balcón
y un sabor como a incendio
y no voy a escribir de ese beso
un compendio.
¡Ay! Patrimonio de la Humanidad,
a dónde va mi amor.
No sé si fue tal vez muy lejos sin ti
y no sabe volver
y no sabe el camino de mí.
¡Ay! Patrimonio de la Humanidad,
a dónde va mi amor.
Creo en un frío aposento quedó
esperando por ti
por el aire que al fin
te llevó.
Y en la calle del sur
te hablarán
de otro loco
que perdió su amor.
Que anda pidiendo audiencias
preguntando a todos por tu residencia.
¡Ay! Patrimonio de la Humanidad,
si yo no sé de ti
qué puedo hacer,
dónde te puedo encontrar
y en qué calle del tiempo impaciente
te voy a esperar.