Aquella tarde en la autopista anaranjada
Besandote en clave de sol
Desafiamos los letreros y las vallas
En nuestra última rebelión
Y por los carriles donde mártires ensayan
A hacerse mitos de canción
Me puse el guía en el centro de mi pecho
Y Hemingway nos dijo adios
Teniamos cervezas una almohada y la guitarra
Teniamos ganas de seguir
Pan, jamón, y queso en una nevera de playa
No había más nada que pedir
Teniamos ganas de vivir
Y nos pasamos de las fronteras estipuladas
Como de libertad condicional
Guié directo a las cruzetas que deja el sol en su escapada
Y el pueblo al que pude olvidar
Y aceleramos hasta que el viento resbalaba
Por los acentos de tu voz
Y desde mi asiento agite el agua bajo tu falda
Pablo Neruda sonrió
Teniamos planes de prender una fogata
Y usar las llamas para reinsidir
Te pedí que te entregaras
Por si el mundo se descuidaba
Vivir creyendo solo en ti
No habia más nada que pedir
Al llegar a la orilla segimos andando
Cruzando en blanco el litoral
Y al plantar caseta quedaban las letras
De tu calma y mi delirio de la polvora de Silvio
De liturgias que al fin y al cabo no nos iban a cambiar
Hipnotizados, embriagados y estenuados
Hicimos un amor semi animal
Y al fin del tramo, nuestro instinto agotado
Caimos rendidos sin mediar
Al otro dia la bahia se estiraba
Y tu dormias en espiral
Fui arriesgado, y me acoste a tu lado
Y que dificil se me ha hecho regresar