Escribieron una historia y en la memoria de todos están,
mixtura extraña de sueño y realidad, son como una leyenda.
Soy astilla de ese palo, décimo brote o herencia quizás,
mojones de alegrías, tristezas, de tanto, tanto andar.
Nací cantor y agradecido estoy, mi sangre es la de ellos,
no hubo, ni habrá quien los pueda igualar, son toda una leyenda,
no habrá jamás quien los pueda igualar, son toda una leyenda.
Cincuenta años de vida no ha sido fácil saberlos juntar,
un poncho, una guitarra y la amistad, piedra fundamental.
Salta hace honor a estos hombres que fueron fieles a un ideal,
ellos marcaron un antes y un después y el rumbo a muchos más.