Duerme mi bien y suéñate a tí, no pienses más abandónate. Quizá mañana sea otro día, eso nos dicen desde hace tiempo. Sal de la noche,
sal de la vida, sal de los mares, agua bendita. Duerme mi bien y suéname a mí besándote y durmíendome. Quizás mañana sea otro día.