Duerme mi bien
y suéñate a tí,
no pienses más
abandónate.
Quizá mañana
sea otro día,
eso nos dicen
desde hace tiempo.
Sal de la noche,
sal de la vida,
sal de los mares,
agua bendita.
Duerme mi bien
y suéname a mí
besándote
y durmíendome.
Quizás mañana sea otro día.