El día se ha disfrazado
Con el soplo de la niebla.
Sin meter ruido y despacio
Pincha frío en las orejas.
Vagabundo adormecido
En ratos de rabia y condena
Que los cuervos de la calle
Te han marcado como presa.
Eres un lagarto escondido en la pared,
Solo quieres que te dejen respirar de pie.
Frágil el abrazo
Metido en una botella,
Luciérnaga apagada
Entre tanta boca negra
Que desangra entre caricias
Las pupilas de una estrella.
Despertar intranquilo
Con el traje de etiqueta.
Personajes asustados y sin voz
Llenan el aire de los sueños rotos.
Nos han borrado las palabras de un plumazo,
Nos prometieron un mundo mejor,
Nos han atado las manos a ese miedo
Y los gritos se han colgado
En las agujas del reloj.
Y ahora somos un montón de lagartos
Llenando el aire de los sueños rotos.
Y ahora somos un montón de lagartos
Llenando el aire de los sueños rotos.