Desde el momento en que vi la luz del día, cuando mi madre, en sus brazos me arrullo, oí una voz que me dijo y me juro, hijo querido nunca ruegues con tu amor. Porque si ruegas solo te haces desdichado, y las mujeres, todas se reirán de ti,
oí una voz que seguía la de mi madre, hijo querido nunca ruegues con tu amor Porque si ruegas solo te haces desdichado, y las mujeres, todas se reirán de ti, oí una voz que seguía la de mi madre, hijo querido nunca ruegues con tu amor.