Con tu lengua se abren los surcos
para que nazca una espina
que atraviese el corazon.
Te arrastras
y no hay reptil mas repugnante
que aquel de figura humana
reventando en su ponzoña
Agazapado entre la escoria
muerdes el talon
y el veneno es efectivo
para los que dan su sangre a los cerdos
Y no retiene tu enferma boca
la vida de los demas
asfixiando todavia
con negra pasion