L. y M. F. Delgadillo agosto 1997 Te he venido suponiendo en todos los das que me faltan tal cual si, pudiera verlos como son. Slo quiero resumirte que al principio te pensaba y que hoy contemplo en ti la costa a donde voy. Si te cuento que esta unin de dulce y sal me sujet y otras cosas parecidas que me envuelven y me dan de imaginar. Es que me deleito tanto escuchndome inventarte en mi prisin es mi sueo preferido y no quisiera un da notar que este encuentro no me sucedi jams A mi que vuelvo a amanecer para tu aliento, muchas ms veces de las que hubiera confesado ayer. Que despido al sol poniente cuando he contemplado el siempre de tus ojos y por fin comienzo a ver. Que estoy dejando de callar que te amo que me detienes la respiracin que atraen mi vida tus puertos tiranos
a donde siempre apunt mi amante embarcacin. Mi existencia el pescador que a diario le tendi a la vida sus resplandecientes redes de ultramar donde arde el astro poeta que se ilumina a si mismo y viaja y suea en su eterna senda solar lugar de brisa, oleaje y das ailes que siempre estaban conduciendo a ti. Que siempre fueron signos invisibles cursos intrazables a travs de mi. Toma el timn de mi barca y el oriente de mis velas. en tu tierra firme dame una seal se mi faro por las noches djame arar con mi quilla en tus arenas remontar tu manantial. Si aguas adentro en tus labios me pierdo y no me es posible llegar a volver. Me internar en tus senderos secretos a explorar tus fuentes, tus selvas tu sed. Entre Pairos y derivas por los mares de mi vida hoy me veo siempre bogando a ti.