Yo vi tu vuelo anónimo,
supe sentir tu perfume melancólico.
Mientras recorro mis “ayeres” entre vos y yo,
vuelvo de lo inevitable y de lo catastrófico.
Y se desarman nuestros sueños antagónicos
que inútilmente confundimos,
porque soñamos lo mismo
y no lo vemos.
Siento un amarillo que
se me re parece a vos,
desde maníaco, no es de paranoico.
Algo que me dice que
no tenerte es un horror,
siento que te extraño.
Tengo que tratar de no esperar
lo inevitable más,
te vas, te vas.
Sueño con soñarte nunca más,
no repetirte más, jamás, jamás.
Siento que te extraño,
creo que te extraño.
Siento que te extraño,
creo que te extraño.
Aquí mismo no se duerme,
hoy no se hace ni se es nada.
No tenemos ni finales, ni principios, ni mañanas,
no ganamos ni perdimos nunca nada.
Tengo que tratar de reaccionar.
Siento un amarillo que
se me re parece a vos,
desde maníaco, no es de paranoico.
Algo que me dice que
no tenerte es un horror,
creo que te extraño.
Tengo que tratar de no esperar
lo inevitable más,
te vas, te vas.
Sueño con soñarte nunca más,
no repetirte más, jamás, jamás.
Tengo que tratar de no esperar
lo inevitable más,
te vas, te vas.
Sueño con soñarte nunca más,
no repetirte más, jamás, jamás.
Siento un amarillo que
se me re parece a vos,
desde maníaco, no es de paranoico.
Algo que me dice que
no tenerte es un horror,
siento que te extraño.
Tengo que tratar de no esperar
lo inevitable más,
te vas, te vas.
Sueño con soñarte nunca más,
no repetirte más, jamás, jamás.
Siento que te extraño,
creo que te extraño.
Siento que te extraño,
creo que te extraño.
Siento que te extraño,
creo que te extraño.
Siento que te extraño,
creo que te extraño.