Mi elefante se cree un humano, camina en dos patas y dá la mano. Se viste con corbata y con terno y me cuida cuando yo estoy enfermo. Él corre, él salta, él juega, él baila, él come... Un día mi elefante me enseñó que nadie de nada es dueño. Botar lo animal fue nuestro mayor error y perdimos por completo el olor a amor. Vendimos, compramos, mentimos, robamos, Matamos... Difícil fue aceptar la situación. De niño aprendí que era el mejor, crecí y creí que todo era así
sin saber que mí lugar es lejos de aquí. No creo en poder cambiar, volver el hombre a ser animal. Lo hecho mal, hecho está, no se puede volver atrás. ¡Lo siento, morimos! No hay nada más fiel que la amistad que tiene hacia ti un animal, si llega a pasar que tú no estés, sólo sentirá deseos de morirse. Para que esperar tanto tiempo a que llegue lo que busco. Quizás no sea tan fácil, La letra que sigue está perdida, si alguien la tiene, por favor agreguela.