He tratado de ser justo con quien me tiende miradas,
he invertido en la balanza del desprecio y del dolor,
han puesto precio a los enigmas que te cuento tras
las barras para defender el sol,
he paseado en horas muertas por las calles de tus
caderas sin que me viera el amor.
Todos los caminos llevan a roma, pero pasan por tu casa.
Todos los colores suenan a broma, pero no me da la gana.
De ser el que me pierde la cabeza
de dormir en portales de madera
de hacer caso al deseo imposible de tener mi cuerpo
en tu cielo y los pies en la tierra, los pies en la tierra.
Prefiero un beso de muerte, o una mirada en la vena
a un estado de cuerpo presente y carita de pena.
Tengo huellas en los ojos de algún país vecino,
me he inventado una noria por quitarme gravedad,
he matado algunas moscas para sentirme asesino,
no por ganas de matar.
He arrancado de dos flores dos pistillos que sin nombre
han querido cohabitar.
Todos los caminos llevan a Roma, pero pasan por tu boca
las medias naranjas tienen su historia pero no se exprimen solas.
En la génesis de la tristeza, no hay corazón ni condena,
que si estás me vale cualquiera y sino me fumo
cual Cristo una cruz de madera, una cruz de madera.
Prefiero un beso de muerte, o una mirada en la vena
o un estado de cuerpo presente y carita de pena.
De ser el que pierde la cabeza
de dormir en portales de madera
de hacer caso al deseo imposible de tener mi cuerpo
en tu cielo y los pies en la tierra, los pies en la tierra.
En la génesis de la tristeza, no hay corazón ni condena
que si estás, me vale cualquiera, y sino me fumo
cual Cristo una cruz de madera, una cruz de madera.
Prefiero un beso de muerte, o una mirada en la vena
o un estado de cuerpo presente y carita de pena.