Ni tú Simón ni todas esas gentes...
No Romanos ni Judíos
ni Judas ni los doce ni escribas Fariseos
ni Jerusalén condenada
comprendéis mi gloria
comprendéis mi poder
comprendéis mi destino
no lo comprendéis
Si supieras lo que yo sé
pobre Jerusalén
verías la verdad pero ya sé
que no la quieres ver
Morirás mientras tu vivas
pobre Jerusalén
para vencer la muerte y no sufrir
deberás morir