Aunque no te importe nada
la vida de un delfín,
nadarás a fin de siglo
en tu pecera.
Si no sabes si eres rata
o una masa amorfa más.
sólo basta darle un beso al espejo.
Si no quieres entender
que invernando están las brujas,
amárrate a una escoba y vuela lejos, lejos.
Muy lejos.
Aunque no puedas.
Aunque te mueras.