Aunque no te importe nada la vida de un delfín, nadarás a fin de siglo en tu pecera. Si no sabes si eres rata o una masa amorfa más. sólo basta darle un beso al espejo.
Si no quieres entender que invernando están las brujas, amárrate a una escoba y vuela lejos, lejos. Muy lejos. Aunque no puedas. Aunque te mueras.