En mi calle es donde mataremos los años,
donde celebraré mis fracasos,
donde haremos canciones con las palmitas de las manos.
No habrá nadie que pueda quitarme las ganas
de volar abrazado a tu espalda,
buscaremos un nido pa' poder peinarnos las alas.
¿Que quieres saber tú?
Si mi pasado es mas negro
que el fondo de un ataúd.
Esto sólo son palabras de sangre y pintura,
como la que tengo entre las uñas.
De trepar fachadas por querer bajarte la luna,
que quiero esta vida, que no quiero esas
que se empeñan en coleccionar tristezas,
llevándome cada puñalada a cuestas,
y seguir llenando el cajón de miseria.
Y por cada lágrima que sale de mi,
se pone dura como el yeso y después se ablanda,
cuando le digo que la quiero con toda el alma.
Se pone dura como el yeso y después se ablanda,
cuando le digo que la quiero.
¡tranquila, que no pasa nada!
Y a cucharadas soperas nos comeremos la noche,
testigo de tantos besos matando los girasoles
trapichera de los baños, de la bruma de los bares
cómplice de cada beso, del follar por los rincones
donde no duerme el silencio asomado a los balcones