Hasta la muerte tuvo miedo, y no quería llevarla pensaba la Parca seria: ¿Quién va a aguantar a la Vargas? Pero al fin partió Chavela, con una gran sonrisa blanca, con su eterno poncho rojo, y un revólver en la panza. Y aunque el doc se lo prohibió, igual fué con su tequila, por si el fuego del Infierno le resecaba la vida. Meditando claramente sobre el viaje más incierto, y el encuentro inevitable en el Día de los Muertos. Ahí va Chavela tranquila, con un cigarro en la mano, y en la otra sostenida, una copa bien servida! Cantando pa´ divertirse, cantando pa´ molestar, desafiando a los pacatos, al poder y la maldad.
Allí estarán brindando, y hasta el alba canturreando, los amigos de otro tiempo, en los triunfos y fracasos. Pancho Villa con Zapata y también María Sabina León Trotski, Frida Kahlo y la heroica Macorina. Ahí va Chavela tranquila, con un cigarro en la mano, y en la otra sostenida, una copa bien servida! Cantando pa´ divertirse, cantando pa´ molestar, desafiando a los pacatos, al poder y la maldad. Ahí va Chavela tranquila, con un cigarro en la mano, y en la otra sostenida, una copa bien servida de pura emoción! Ahí va Chavela, ahí va...