Cuando escape por los cielos, fui sólo a caballo de mi corazón. La pasión me hizo ciego, igual seguía orientado con mi otra misión. Cuando solté las amarras, había encadenado mi infancia, mis pies. Y con andar dolorido, me di aliento pujado por mi tozudez. Alquimia decadente, que me fue golpeando y crecía el temor. Me atragante con mi espuma, y hoy viajo en la ola sin luz interior. Ansiando libertad, ansiando libertad.
Cuando perdí la fe, encontré un amigo, en mi propio dolor. No me cuide de lo que dije, y después termine, padeciéndolo. Lo que no se dobla se parte, y aprendí a ser blando para soltarme. Y así saltar al vacío, mucho más liviano y no quebrarme. Lucho con los fantasmas, que son el legado a mi generación. Lucho y sigo intentando, encontrar un destello en mi fuego interior. Ansiando libertad, ansiando libertad....