Almas de cotillón
veredas vacías
Lagrimas de aire en el balcón.
Sangre y resignación
pecado inocente
quién pavimenta las miradas.
Perdido en la vorágine
de un reloj dispuesto a disparar
entre sueños e hipotecas
me cansé de heredar las mentiras de tu realidad.
A veces pienso que es mejor
darle al silencio la razón
A veces pienso que es mejor
que yo te dé mi corazón
Irse, quedarse o esperar
que el laberinto va a explotar
A veces pienso que es mejor
dejar el cielo en su lugar
Trenes sin estación
fugaz equilibrio
incertidumbre hecha rencor
No quiero despertar
soñando a escondidas
cuando enmudecen las heridas.
Ahogado en impotencia y desilusión
a punto de estallar
entre gases y protestas
me di cuenta que al final mi mundo está en otro lugar.