De noche, cuando no entiendo que tu sueño se derroche
Cuando mis notas se protegen con el broche
El que la luna y el silencio me prestó.
De noche, cuando tu magia se resbala entre tu boca,
Cuando mi alma se refugia como loca
De los suspiros que de ti quieran salir.
Cuando duermes.
Siento celos
De no se dueño del lamento de tu boca,
Siento celos
De la tormenta que la noche te provoca, celos.
Siento celos de la tela que te arropa,
Siento celos, celos.
Irremediablemente celos,
Los que me dicen cuando todo sabe a poco,
Los que me indican con pellizcos mis enojos,
Los enemigos de los versos que escribó.
Cuando duermes,
Es tu mirada la que inunda mi condena,
Es mi mirada la que sufre en mí esa pena,
En que tus ojos son oscuros para mí.
Cuando duermes.
Siento celos
De no se dueño del lamento de tu boca,
Siento celos
De la tormenta que la noche te provoca, celos.
Siento celos de la tela que te arropa,
Siento celos, celos.
Cuando duermes.
Celos
De no se dueño del lamento de tu boca,
Siento celos
De la tormenta que la noche te provoca, celos.
Siento celos de la tela que te arropa,
Siento celos, celos del borde de tu boca,
Del roce de tu ropa.
Irremediablemente celos.
Irremediablemente celos.