Ay de mí que no logro olvidar ni un segundo
la pena que me atraviesa de pies a cabeza
y mientras todos me van dejando solo
no hay lugar en el mundo para un corazón que no puedo olvidar.
Terminé en la habitación más oscura de casa
escribiendo canciones veinticuatro horas por día
entiendo si nadie quiere venirse, para qué aburrirse
con mi repertorio de melancolía.
Espero que con el tiempo se borre todo
porque si sigo así mucho más me voy al otro barrio
probablemente sea un precio muy alto para un corazón perdido
que ya está bastante sufrido y no quiere más