Hay días en que parece inútil Proponerse vivir. Parece Que se desplomará tu mundo Y te resultará odiosa la alegría Que finges al besar a tu esposa. Parece Que sus piernas turgentes Rodeando tu cuerpo Van a estrangular tu inútil vida Adormecida Por cuatro frases huevas Bañadas en sonrisas. Y habrá un rato de sol, Enredado en la alfombra Y así será más grande en tu alma El dolor al ver que te desplomas.
No tuvieron principio Ni fin tendrán tus pequeñas ilusiones Y se acomoda dentro El imbécil orgullo que destruye a los hombres. Tus ojos entornados Acarician su cuerpo Y su cuerpo parece diluirse entre tus dedos. Camina por tu hombro su mano Como armoniosa gata; Pero tu fondo amargo Se niega a estremecerse Y en calientes abrazos te alejas de su lado.