Hay en tus ojos el rumor de una batalla sobre cubierta
Sobre tu piel brilla un botón a punto de saltar
Tanto calor por compartir hace sonar las luces de alerta.
A solas ya no hay culpables
Me asalta un sueño perdido
Un viaje insociable al Sol de tu sonrisa...
Y no es que tenga prisa
Es que ya no puedo parar.
Flota en un trago de tu copa una pregunta para hacer tiempo,
Dime un poeta, por ejemplo, para antes de dormir.
Tú me contestas Irving Laytan y se caen las puertas del templo.
A solas ya no hay culpables
Tan sólo crece el latido
Buscando imparable el Sol de tu sonrisa.
Ahora o nunca, andas diciendo
Mañana, es un libro por escribir
Al menos eso es lo que entiendo
Al verte reír.
Dejo mi mano navegar por tu perfil buscando respuesta
Y comprendí que tú amabas los versos como yo
Que tu pasión por la literatura, era perfecta.
A solas ya no hay culpables
Mi boca es un estallido
Bebiendo el amable Sol de tu sonrisa.