En una casa enfrente de la Universidad Ana habita un piso bajo que es una preciosidad. Al verla en su ventana la turba estudiantil La llenaba de piropos por lo linda y lo gentil. Y todos al pasar solíanle cantar: "Ana, sal pronto por favor, Ana, sal no te de rubor, Ana, que en tu ventana tú eres la flor de luz y amor. Ana, si a mi querer das fe, Ana, de noche aquí vendré. Ana, por tu ventana me colaré y mi amor te probaré." Anita a un estudiante de noche cita dio Y al llegar a la ventana empujó, saltó y entró. Y todos los vecinos, después pudieron ver, Que el que entraba por las noches íbase al amanecer. Y todos al pasar solíanle cantar:
"Ana, levántate a cerrar, Ana, te vas a constipar, Ana, que tu ventana abierta está de par en par". Ana les oye sin temor, Ana no siente ya rubor Ana, fresca y lozana como una flor se abre al beso del amor. Anita que es piadosa fue a ver al confesor Y encendida y ruborosa sus pecados le contó. "Acúsome, le dijo, que en un curso, no más, Desfiló por mi ventana toda la Universidad". Y ciego de furor rugía el confesor: "Ana, te vas a condenar, Ana, no tienes salvación, Ana, de buena gana negárate la absolución" Ana, gemia "Ay! yo pequé pero culpa mía no fue Padre, pues mi ventana tan baja está, pase usted y lo verá".